BANDERA DE LA URSS. Fuente: Wikipedia

(Al final del post está escaneada la encíclica completa)

-”Si le doy de comer a los pobres, me dicen que soy un santo. Pero si pregunto porque los pobres pasan hambre y están tan mal, me dicen que soy comunista.”-

Esta cita del Obispo brasileño Helder Camara resume en dos líneas las profundas contradicciones que se evidencian en la actitud y el comportamiento de la Iglesia ante la pobreza y las desigualdades sociales. La caridad se sitúa por encima de la solidaridad y junto con la fe y la esperanza obligan al creyente a pasarse la vida esperando por un mundo mejor con el consuelo del cielo prometido. Frente a esta ideología de la inacción, surgió, a mediados del S. XlX, la ilusión del cambio social de la mano de pensadores como Marx, Engels, Feuerbach….. el materialismo histórico tendría que luchar contra los intereses de una gran institución bimilenaria anclada en tradiciones seculares.

La Encíclica “Divini Redemptoris” de fecha 19 de marzo de 1937, vio la luz tan sólo cinco días después de que lo hubiera hecho la Encíclica antinazi «Mit Brennender sorge» reseñada en un post anterior. La situación política de México, la Guerra Civil en España y las fuertes tensiones geoestratégicas que tienen lugar en Europa a partir de 1933, con la llegada de Hitler al poder, obligaron al Papa Pío Xl a tomar partido de forma indubitable en defensa de los intereses de la Iglesia. Los pecados del nazismo serían obviados con objeto de buscar alianzas poderosas para defenderse del enemigo común: el comunismo ateo de los soviets. La Segunda Guerra Mundial y la posterior Guerra Fría constituyen una de las etapas más negras de la historia de la humanidad con millones de muertos a sus espaldas.

DERROTA DE ALEMANIA. ll WW

Esta Carta Encíclica editada en Pamplona en el año 1937 en la imprenta “La Acción Social” por encargo de la “A.C. DE P”. (Asociación Católica Nacional de Propagandistas) incluye además un discurso dirigido a los españoles refugiados y una carta sobre la situación religiosa en México. En este Post me voy a ocupar solamente de la Encíclica «Divini Redemptoris».

Quiero destacar la siguiente cita: Pag. 19; Jerarquía social y prerrogativas del Estado:

-«NO ES VERDAD QUE TODOS TENGAN DERECHOS IGUALES EN LA SOCIEDAD CIVIL, O QUE NO EXISTA JERARQUÍA LEGÍTIMA-«

Es el único punto de la Encíclica que comparto plenamente: La Jerarquía legítima existe y está más viva que nunca (a mi pesar) y es evidente que no todos tenemos iguales derechos en la sociedad civil. Los derechos vienen dados en función del status social y de la capacidad económica: con dinero tienes derechos sin dinero no vales nada. El mundo cada día es más de las elites poderosas y menos de los ciudadanos normales, meros espectadores de un gran teatro absurdo e ininteligible. Nos hemos convertido en masas humanas aborregadas y predecibles, cobardes y complacientes, instalados en un consumismo alienante y dominados por fuerzas que no comprendemos. El pesimismo y la impotencia nos han vuelto idiotas, incapaces de responder a las agresiones que sufrimos en nombre del nuevo orden mundial: somos esclavos de las grandes corporaciones, de las multinacionales, del capitalismo salvaje y somos víctimas de la estulticia de nuestros políticos, simples marionetas de las elites económicas dominantes. Las luchas ideológicas forman parte de la épica. La derrota del comunismo ha dejado vía libre al neoliberalismo neo-conservador y nos esperan años de profundos cambios sociales marcados por las desigualdades, la exclusión social, la pobreza y el hambre. La Iglesia ha vuelto a ganar; pescará en río revuelto y volverá a ejercer su caridad jerárquica: Dar de comer al hambriento en vez de luchar por un mundo sin hambrientos.

Desgraciadamente la historia demuestra que la Iglesia siempre defiende sus intereses de clase sin importarle los medios; las dictaduras de España, Chile o Argentina así lo ponen de manifiesto.

-«Hay un asunto en la tierra más importante que Dios y es que «naide» escupa sangre para que otros vivan mejor; que Dios vela por los pobres, tal vez sí o tal vez no, pero es seguro que almuerza en la mesa del Patrón.»-